Joan Maragall, el abuelo de la saga
El poeta y periodista apostó por una tercera vía ante la polarización salvaje de los acontecimientos políticos que le tocaron vivir
El poeta y periodista Joan Maragall
Ricardo García Cárcel 22.04.2018 00:00 h
Joan Maragall, el poeta de «la palabra viva», referente fundamental de la lírica catalana de la transición entre la Renaixença y el Noucentisme, hoy es muchas veces citado como el avi de dos generaciones de políticos que tienen el apellido Maragall como santo y seña. Joan Maragall se casó con Clara Noble, hija de un británico y de una jerezana. Tuvo con ella trece hijos, el último, Jordi, nació precisamente en el año de la muerte de su padre.
Joan, el poeta, era hijo de un fabricante textil. Su padre le había destinado a trabajar en su industria. Él rechazó, como pudo, esta dedicación. Viajó mucho por España y Francia. Hizo la carrera de derecho, que acabó en 1884 y vivió fundamentalmente de su actividad periodística (fue secretario del director del Diario de Barcelona Mañé y Flaquer y colaboró en diversos periódicos) y de las propias rentas económicas familiares. No se dedicó, directamente, a la política pero le tocó vivir episodios trágicos de la vida barcelonesa. Estaba en el Liceu cuando estallaron las dos bombas del anarquista Santiago Salvador en noviembre de 1893 (veinte muertos) y sufrió las peripecias de la Semana Trágica barcelonesa, del 26 de julio al 2 de agosto de 1909. Se convirtió en la conciencia crítica literaria de su tiempo. Aquellos 115 muertos (con tres religiosos entre ellos) de la Semana Trágica le marcaron. A esta problemática dedicó tres artículos: Ah Barcelona, del 1 de octubre de 1909, La ciutat del perdó, escrito el 10 de octubre, y L’Esglèsia cremada, en diciembre del mismo año.