Ada Colau iba a ser la alcaldesa de la vivienda, la que tenía que luchar contra el urgente problema habitacional en la capital catalana. Ha resultado justo lo contrario. Durante el primer año de mandato de los Comunes ha restringido de manera drástica el planeamiento de nuevas viviendas —2.293 vivienda menos que en el último ejercicio de Xavier Trias— en una ciudad en la que los precios están disparados, tanto para comprar como para alquilar y donde la nueva escalada en el residencial ya se está extendido al cinturón metropolitano de Barcelona. En el primer año de Ada Colau se planificaron solo una cuarta parte las unidades residenciales que se habían planeado en el 2015.
El plan Collboni
Solo cuando hace una semana el socialista Jaume Collboni fue proclamado candidato del PSC a la alcaldía su medida estrella fue que «Barcelona vuelva a construir una media de mil pisos de vivienda social por año». Este retorno al pasado parece muy lejos de las actuales cifras oficiales.