RetinaSegundo prototipo del servidor que mantiene la web solar (la fotografía está difuminada para reducir su peso y el consecuente gasto energético) Kris De Decker
Kris de Decker mantiene una página web cuyo servidor se alimenta de energía solar. Sabe que es viable y escalable, pero no con las prácticas que imperan en el diseño actual
En el balcón de su casa en Barcelona, Kris De Decker tiene una placa solar conectada a una batería que alimenta un servidor. En él aloja su revista, Low-Tech Magazine, donde publica contenidos que demuestran que no todos los problemas necesitan que las últimas tecnologías vengan a resolverlos. «Intento practicar lo que predico», asegura el periodista belga.
Por desgracia, o quien sabe si por suerte, una web atada al sol depende de la generosidad de las nubes. Cuando se acumulan los días sombríos, la pequeña batería que alimenta el servidor agota sus existencias y Low-Tech Magazine desaparece de la red de redes. Entre diciembre de 2018 y noviembre de 2019, la revista estuvo en línea 351 días; un nada desdeñable 95,26% del tiempo. «Si queremos cambiar a las energías renovables, tenemos que adaptarnos más al tiempo y las estaciones», advierte. Continuar leyendo «El Futuro Pasado que viene»
La educación se ha mercantilizado en los últimos 20 años, coincidiendo con las llamadas de los lobbies a hacer de este un sector más con el que ganar dinero
Los últimos 20 años le han dado la vuelta a la educación. Poco antes de entrar en el siglo XXI hubo un cambio de paradigma: el sector, que hasta entonces había conseguido más o menos volar por debajo del radar del mercado capitalista, pasaba a ser tan bueno como cualquier otro para ganar dinero.
El cambio también ha afectado hacia dentro, en un doble movimiento interdependiente. En dos décadas han variado los objetivos de la educación, cada vez menos humanista y más centrada en el mercado laboral. Llegaron las competencias, se fueron las humanidades. Como explica Carmen Rodríguez, profesora de la Universidad de Málaga y miembro del Foro de Sevilla: «Solo importa el resultado educativo, no los procesos. Lo mejor para nuestros hijos ya no es una educación como bien social que forme ciudadanos, sino que vayan a las mejores escuelas. En la base de todo esto están las evaluaciones y la competición entre escuelas y entre estudiantes». La escuela enseña lo que le interesa a la empresa y la empresa se acerca a la escuela y la financia. Continuar leyendo «La Privatización de la Educación Superior…La Universidad es un lujo solo para pudientes»
Genio excéntrico o loco. Un moderno Prometeo capaz de entregar, en vez del fuego, la luz –eléctrica– a los humanos y ser castigado por los dioses, por las grandes empresas de su tiempo, para convertirse décadas más tarde en icono del actual Silicon Valley. Un humanista que también es objeto de culto. Y, en todo, caso, el inventor de la modernidad, del siglo XX, de la corriente alterna en la que se basa nuestra sociedad hoy. Sin duda, el mayor geek de la historia. Nikola Tesla. Un ingeniero que aseguraba que nació exactamente a medianoche y por eso no tenía cumpleaños ni lo celebraba –aunque también decía que nació con el corazón latiendo en el lado derecho y que tras un accidente en la adolescencia acabó en el izquierdo–, y que llegó al mundo en 1856 en Smiljan, una aldea serbia del imperio austrohúngaro, hoy Croacia. De hecho, el aeropuerto internacional de Belgrado lleva su nombre. Y no es el único homenaje: dos nuevas películas, Tesla y The current war , protagonizadas por estrellas como Ethan Hawke o Benedict Cumberbatch, series – Doctor Who – y libros siguen alimentando el mito –y recordando su espectacular combate con Edison, defensor de la corriente continua– de este hombre que en los últimos años daba de comer a las palomas, a las que siempre adoró, incluso en las habitaciones de los hoteles en los que vivía. Continuar leyendo «Los genios de la Historia o como cambian en función de los intereses financieros»
Así han revertido los extranjeros la caída de la población en 550 pueblos y ciudades
El 18% de las localidades que han ganado vecinos en los últimos 20 años lo han hecho gracias a la población foránea. Ocurre en pequeños ayuntamientos, pero también en Barcelona, Valencia o Gijón
Madrid / Fuente del Olmo de Fuentidueña / Torrente de Cinca Autores:
Solo tres de cada diez municipios españoles tienen hoy más vecinos que hace veinte años. De este reducido grupo (unos 3.000), uno de cada cinco (549) habría perdido vecinos si no hubiese sido por la población extranjera.
La presencia de extranjeros en España ha variado al mismo ritmo que lo ha hecho el ciclo económico, la crisis ha marcado el mapa demográfico. Según los datos del padrón que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), solo en 772 localidades (9%) toda la población empadronada es de nacionalidad española. En el 2000, en el 30% de los municipios de España no vivía ningún extranjero. En trece ciudades de más de 100.000 habitantes, la población ha aumentado solo gracias a los extranjeros: Barcelona habría perdido 133.812 habitantes desde 2000, pero ha crecido en 140.496 gracias a los 320.382 extranjeros que la habitan actualmente. De la misma forma, Valencia habría perdido 34.782 habitantes, pero tiene hoy 55.274 vecinos más gracias a los 90.056 extranjeros que no residían allí hace veinte años. Continuar leyendo «Hay una solución para la España vacía: La Inmigración»
MAPAS | Radiografía de la población española: la brecha generacional, de origen y género, calle a calle
Nuestra edad, género o lugar de nacimiento condiciona nuestro lugar de residencia: zonas rurales, el centro de las ciudades o la periferia de las áreas metropolitanas. ¿En qué barrios viven más los jóvenes o las personas mayores? ¿Dónde nacieron los vecinos de tu manzana? ¿Estás en un vecindario masculinizado o feminizado?
La economista Mariana Mazzucato defiende el papel del Estado en la innovación y en desmonta el mito del empresario innovador que se basta a sí mismo. «Europa tiene un estado del bienestar activo y Estados Unidos tiene un estado innovador activo»
Los emprendedores tecnológicos son en el capitalismo moderno lo más parecido que hay a santos. San Steve Jobs, por popularizar los teléfonos de pantalla táctil que cambiaron nuestras vidas. San Sergey Brin y san Larry Page por revolucionar la industria de la publicidad y de los buscadores de Internet. Y san Elon Musk, por liderar la innovación en coches eléctricos que todas las automotrices se han visto obligadas a seguir.
Sin negar su aporte, la economista Mariana Mazzucato (Roma, 1968) lleva desde 2011 hablando de la relevancia de otro actor que suele pasar desapercibido: el Estado. Desde que ese año publicó un primer paper sobre El Estado Emprendedor, Mazzucato ha concentrado su investigación académica en desmontar el mito del empresario innovador que se basta a sí mismo. Como viene repitiendo desde entonces, para financiar el algoritmo de Google hizo falta una beca de la Fundación Nacional de Ciencias de EEUU y sin el GPS del Pentágono, los teléfonos inteligentes de Apple (y el resto) perderían gran parte de su atractivo. Continuar leyendo «El Estado debe ser innovador, no solo gestionar impuestos, si no crear riqueza para los ciudadanos»
La mente occidental, articulada sobre una línea infinita de causas y efectos, es incapaz de vencer la muralla china. Una y otra vez nos plantamos ante el gran enigma: ¿qué pasará con este gigante? Yo, como millones de europeos, hice mi primer intento en 1974. Ese año se publicó en España Cuando China despierte, un reportaje-ensayo del político y escritor francés Alain Peyrefitte. Cuando China despierte fue un fenómeno editorial en toda Europa. Releerlo hoy causa una inquietud profunda.
Alain Peyrefitte (1925-1999), colaborador del general De Gaulle, varias veces ministro y parlamentario durante 41 años, fue invitado a pasar en China el verano de 1972. Conviene hacer memoria para entender el país que encontró.
Aún no sabemos si la Revolución Cultural sirvió para algo, más allá de la resolución de una intriga de partido
La élite de la élite: el futuro se decide en una universidad más inaccesible que Harvard
Fundada en 2012, se ha convertido en una referencia global. Su CEO afirma querer desbancar a Harvard y la compañía china detrás de TikTok ha invertido en ella
Las oficinas de la compañía, en San Francisco. (Reuters/Stephen Lam)
La tasa de admisión de la Universidad de Harvard es de un 4,5%. Es decir, de los 43.330 estudiantes que solicitaron una plaza en el último curso, tan solo 1.949 lograron su sueño. La de Columbia es de un 5,1%, la de Princeton un 5,8%, la de Yale un 5,9% y la del MIT, un 6,6%. Al otro lado del Atlántico, las universidades británicas de Oxford y Cambridge elevan el número hasta cerca de un 20%. Uno de cada cinco; la criba se ha realizado previamente.
Dichos números palidecen si se comparan con otro proyecto que abrió sus puertas en 2012 y que desde entonces se ha erigido en una de las propuestas educativas más vanguardistas. Se trata del Proyecto Minerva y su traslación institucional, las Minerva Schools, con una tasa de admisión de un 1,2%. Un dato que, junto a la plataforma ‘online’ del proyecto, ha provocado que haya recibido el apelativo de “Ivy League 2.0”. La Ivy League tradicional es el antagonista declarado del fundador del proyecto, Ben Nelson, cuyo objetivo es acabar con la universidad tal y como la conocemos ofreciendo una alternativa basada en los últimos descubrimientos en ciencia del aprendizaje. Él mismo decía en una entrevista con ‘The Wall Street Journal‘ que su objetivo es “superar a Harvard”. Continuar leyendo «La Nueva Educación: Inmersiva y Rompedora»
El mundo necesita una transformación tan radical como la que se produjo entre el feudalismo y la sociedad de mercado. Acabar con la inequidad exige controlar el carácter depredador de las finanzas
Dos grandes fantasmas se ciernen sobre la humanidad. Uno es la extinción rápida a consecuencia de una guerra nuclear a gran escala, o un planeta tóxico resultado de un conflicto atómico más limitado como ya señaló en su día el brillante físico Andréi Sájarov; el otro es una extinción más lenta por efecto de un calentamiento global desbocado. Ganar la carrera a esta amenaza exige el mayor esfuerzo de planificación, inversión, educación pública y seguridad social de la historia de la humanidad, es decir, la madre de todos los new deals.
A pesar de ello, los economistas adeptos al paradigma dominante han frustrado cualquier intento de afrontarlo. Por ejemplo, es ilusorio pensar que para abordar procesos económicos que tendrán efectos extensos e inciertos dentro de 50 o 100 años basta con aplicar mecanismos de mercado actuales, como poner un precio o un impuesto a las emisiones de carbono. Y, sin embargo, un economista de primera fila de la Administración del expresidente estadounidense Barack Obama (uno de los buenos, en términos relativos) me comunicó justo esta misma idea hace unos años, precisando que su “Hayek interior” estaba hablando a través de él. En el mundo real, necesitamos una ciencia económica capaz de integrar recursos, estabilidad social y medio ambiente en un marco realista a largo plazo. Continuar leyendo «Acabar con la desigualdad es el único medio de salvar el Capitalismo»