Tres modelos digitales que desafían a la banca tradicional
EVO Banco, N26 y Revolut ganan miles de clientes como entidades de móvil y de tarjeta
Íñigo de Barrón Madrid
Una persona maneja un móvil con aplicaciones financieras en diciembre de 2017.
Jaap Arriens Getty Images
“Los bancos están tratando de ser geniales y modernos, y construir interfaces digitales supergeniales… Pero es como ponerle carmín a un cerdo; en última instancia, sigue siendo un cerdo”, afirmó Mark Mullen, director ejecutivo de AtomBank, un banco digital británico en el que el BBVA controla el 39% del capital. Estas palabras abren el último informe del Massachusetts Institute of Technology (MIT) sobre banca digital, que arranca con una provocadora cuestión: “¿Hemos llegado al final de los bancos de la manera en que los conocemos?”.
Lo cierto es que la transformación digital obsesiona a los banqueros. “Mantenerse igual no es una opción”, dice un veterano directivo. La mayor parte de la banca tradicional se siente como si remara a contracorriente porque ha entrado con pesadas estructuras (muchas oficinas y plantilla) y mentalidad clásica en una guerra donde prima lo liviano y la capacidad de adaptación a lo nuevo. Tiene que atender los dos mundos a la vez, el tradicional y el móvil, y eso supone más inversión sin rentabilidad a corto plazo.