Nacho Herrero,
Pau Rodilla y Carlos Vera, director y actor del corto ¡Hola, buenas noches!, en una de las localizaciones / MIGUEL LORENZO
Apenas tres minutos de plano secuencia con el hastiado regreso a casa de un repartidor de comida a domicilio, una voz en off salpicada de palabrotas narrando su enfado vital y la contradicción de ser impulsor y víctima del mismo sistema. Aproximadamente cero euros de presupuesto y más de 250.000 visitas solo en Youtube. El corto ¡Hola, buenas noches! arrasa en las redes cuestionando la doble factura oculta del consumo a domicilio, la de las malas condiciones laborales de los llamados riders pero también la de un modelo que contenta a los desfavorecidos haciéndoles creer que son triunfadores, solo porque hay personas más desfavorecidad que ellos.