Barcelona: 300 hurtos al día
A la espera de frutos del despliegue policial en Ciutat Vella, 2018 sigue siendo un año catastrófico
A estas alturas del año, la ciudad de Barcelona ha superado ya muy ampliamente la cifra de los 150.000 delitos registrados. Cuando termine el 2018, es muy probable que roce, si es que no la rebasa, la marca de las 200.000 infracciones penales. Son estos algunos de los grandes números que explican que este año pasará a la historia reciente de la capital catalana como uno de los peores que se recuerdan en lo que respecta a la inseguridad ciudadana. De momento, ya se conocen los datos correspondientes a los nueve primeros meses del año, que incluyen el trimestre veraniego, aquel en el que, como consecuencia de la gran afluencia turística y del mayor uso y abuso del espacio público, suele haber una mayor actividad delictiva. Según las estadísticas del Ministerio del Interior, que recopilan los datos facilitados por todos los cuerpos policiales –en el caso de Barcelona, Mossos, Guardia Urbana, Policía Nacional y Guardia Civil– entre el 1 de enero y el 30 de septiembre se ha registrado en este municipio un total de 144.024 infracciones penales, un 19,4% más que en el mismo período del año anterior. Sólo los meses de junio, julio y agosto suman 51.730, o lo que es lo mismo, 562 al día o 23,4 de media cada hora.
Las estadísticas analizadas por La Vanguardia actualizan la información, procedente de la misma fuente oficial, que ofreció este diario el pasado 20 de septiembre y que hacía referencia al primer semestre del año. Ahora añade los tres meses estivales. Y la situación, a la espera de conocer los resultados de la esperanzadora operación Ubic –el despliegue de agentes uniformados de los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana en Ciutat Vella que se puso en marcha el pasado 1 de noviembre– no es que haya mejorado.
Los datos recogidos por las policías confirman que en verano siguió la escalada delictiva
El incremento global acumulado de infracciones penales ha pasado del 20,5% (los seis primeros meses del año) al 19,4% (nueve meses), pero ese dato relativo no logra esconder el hecho de que en el trimestre veraniego la actividad delictiva en Barcelona volvió a subir en relación con los mismos meses del 2017. En concreto, las policías tuvieron conocimiento de 51.730 delitos entre el 1 de julio y el 30 de septiembre, casi 8.000 más que en este período del año anterior.
Una de las prioridades de la operación antidelincuencia iniciada hace un par de semanas es precisamente limitar la actuación de los ladrones en general y de los carteristas en particular. Es un objetivo más que justificado, ya que los hurtos significan prácticamente seis de cada diez delitos que entran en los registros policiales en Barcelona. A falta de contabilizar los datos del último trimestre, este año la capital catalana ha sido escenario de más de 81.000 hurtos, a una media de 300 al día o, lo que resulta quizás más ilustrativo de la voracidad de los cacos que viven o trabajan en Barcelona, más de 13 cada hora. El incremento respecto a los nueve primeros meses del 2017 roza el 20 por ciento.
En el trimestre veraniego no puede decirse que los hurtos se hayan contenido. Más bien todo lo contrario. En sintonía con la tendencia de todo el año, los cuerpos policiales computaron una media de 10.000 hurtos –como infracción penal– al mes, en concreto 322 al día.
Los hurtos son motivo de enorme preocupación, pero no constituyen la única tipología delictiva que merece, por su magnitud, mención aparte. Son varias las categorías que registran incrementos interanuales que se acercan o superan ese listón del 20%. El mayor crecimiento es el que experimentan los robos con fuerza en domicilios, establecimientos comerciales y otras instalaciones, que entre enero y septiembre acumulan más de 7.000 infracciones penales, un 23,9% más que en los mismos meses del año pasado.
Otra modalidad de robos, aquellos en los que media violencia e intimidación, también está lamentablemente de moda en este 2018, con una subida del 18,1%. Y lo mismo sucede con la lacra de los delitos sexuales. Sólo en este período se registraron 107 agresiones con penetración, un 16,3% más que el año anterior.
Incrementos preocupantes de los robos con fuerza y las agresiones sexuales
Afortunadamente sólo ha habido que lamentar 9 homicidios dolosos y asesinatos consumados, una cifra muy inferior a la registrada en la suma de los tres primeros trimestres del 2017 (23). En cambio, el número de delitos de esta naturaleza en grado de tentativa ha aumentado, de 23 a 33.
Las estadísticas recopiladas por el Ministerio del Interior –que incluyen en sus tablas el total de infracciones penales, pero no especifican algunas de ellas, como las relacionadas con la seguridad vial– confirman, asimismo, la noticia que ya apuntaba La Vanguardia hace dos meses en el sentido de que la escalada delictiva de Barcelona durante este año no tiene parangón con el resto de grandes ciudades españolas. Entre las diez principales, únicamente Bilbao registra crecimentos de cierta importancia (8%) pero que quedan muy lejos de
los que sufre la capital catalana.Madrid está logrando este año contener el delito: en los nueve primeros meses suma 330 más que en el mismo período del 2017. Palma, la octava ciudad española con más población es, no obstante, la quinta del ranking delictivo en términos absolutos, por detrás de Madrid, Barcelona, València y Sevilla.
Las estadísticas facilitadas por el Ministerio del Interior permiten también conocer cuál es la evolución que en materia de seguridad ciudadana están teniendo los otros municipios catalanes con más de 30.000 habitantes. Por lo que respecta a los hurtos llama la atención el muy fuerte incremento que se está dando en Santa Coloma de Gramenet (casi un 30%) y Terrassa (más de un 17%). Entre las diez ciudades más pobladas de Catalunya sigue destacando en un sentido positivo el comportamiento de Reus, donde los hurtos acumulados a falta del último trimestre del año son casi un 8% menos que entre enero y septiembre del 2017.
Un dato más demuestra el peso que tienen los hurtos en el conjunto de delitos que se producen en la ciudad de Barcelona. En la capital suponen el 56,78% del total de infracciones penales, En el resto de Catalunya, descontada la capital, representan apenas el 30,64%.