La ignorancia de Ada Colau queda en evidencia en la fiesta de EL MUNDO
EMILIA LANDALUCEAda Colau estuvo en la fiesta de EL MUNDO Marta PérezEFE
Juan Abreu es habitual en esta sección. Hace unos meses nos referimos a De sexo (Hypermedia), uno de los pocos libros en los que se glosa con sutil precisión a qué debe oler el placer. El pasado martes, en Emanaciones relató otro episodio relativo a las grandiosidades de Arcadi Espada. «Anoche, en la ya mítica fiesta que ofrece EL MUNDO en las trastiendas laberínticas del Dry Martini, con motivo de Sant Jordi, tuvo lugar el encuentro. Bebíamos un vinillo blanco y reíamos apretados entre el gentío y yo acababa de decirle algo a una tetona espléndida junto a la barra, cuando Espada de súbito, y mesándose el cabello de forma feroz, lo que me hizo temer lo mejor, exclamó: ‘Vamos a hablar con la alcaldesa’ [Ada Colau]. Las calles y los monumentos dedicados a los fachas era el tema. Yo seguía la conversación entre el barullo del mundillo intelectual y a retazos iba enterándome del repaso histórico que Espada le daba a la alcaldesa. ¡Pero Cambó financió la Guerra Civil! Y la ignorancia abisal de la alcaldesa en ese punto afloró a su rostro cual alcantarilla desbordada. Santo cielo qué momento. Las asistentes retrocedían aterradas. El hirsuto a sueldo trató de intervenir, ¡infeliz!, pero Espada lo mandó a estudiar Historia. Así mismo. Ud., a estudiar Historia. Soberbio, soberbio. La alcaldesa no atinaba a decir nada. ¡Qué iba a decir! ¡Había tropezado con la Historia! Y la Historia es implacable. Ponía cara de estar en Babia, y sin duda lo estaba. Y la Historia (la lección de Historia), implacable, seguía su curso. ¡Cambó! ¡Cambó! Clamaba la Historia. ¡Financiador de la Guerra Civil! ¡Y tiene monumento! Qué. Atrévase con Cambó, señora alcaldesa. Proponía Espada».