La vejez es el principal problema, especialmente para el que lo sufre

Integración, vivienda y envejecimiento activo: los retos de futuro de las ciudades españolas

Un estudio de Minsait, una compañía de Indra, ha analizado los principales problemas demográficos y propone cuatro soluciones para los nuevos modelos sociales
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En las últimas décadas, todas las ciudades del mundo han venido experimentando un sinfín de cambios en sus patrones demográficos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 2000 y 2050, la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará, pasando del 11% al 22%. De hecho, la cantidad de personas de 80 años o más aumentará casi cuatro veces, hasta alcanzar los 395 millones.

En España tenemos una situación muy similar. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el índice de envejecimiento de nuestro país no para de crecer. A día de hoy, en España hay 120 personas mayores de 65 años por cada 100 niños y jóvenes menores de 15 años, lo que muestra un progresivo envejecimiento poblacional. En el terreno de la inmigración pasa lo mismo si recurrimos al INE. Pese al ligero descenso entre 2011 y 2012, nuestro país experimenta un crecimiento en el número de extranjeros que vienen a España. El año pasado, el resultado final fue de 289.890 extranjeros más que el año anterior.

En este contexto, cobra importancia la necesidad de adaptar la vida de la ciudad a la población envejecida creando espacios seguros y atractivos. Por ejemplo, y como propone Minsait, la compañía de Indra especializada en ‘smart cities’, incorporando de funcionalidades como la geolocalización a la asistencia telemática y los estándares de accesibilidad, por un lado, o las plataformas colaborativas de participación ciudadana para alertar de riesgos, entre otros.

Los retos sociales de los españoles

Por tanto, este nuevo y creciente panorama plantea una serie de nuevos retos y problemáticas que las ciudades deben afrontar. Para ello, el informe ‘La ciudad digital al servicio del ciudadano del siglo XXI‘, elaborado por Minsait, establece cuatro propuestas para adaptar nuestra sociedad a los nuevos modelos.

1.- Envejecimiento activo

Los datos son tozudos. Según el INE, en 82 de las 129 principales ciudades españolas la población mayor de 65 años supera a la de menos de 15 años, lo que nos lleva hacia un progresivo enjecimiento demográfico, entre otras cosas, debido al aumento de la esperanza de vida.

En este contexto, el informe de Minsait considera necesario que las ciudades se adapten a sus habitantes mayores, ofreciendo servicios cada vez más especializados y de calidad. Entre ellos, el acompañamiento y monitorización de las personas mayores, la mejora de su movilidad, la eliminación de barreras físicas y digitales y la lucha contra un creciente aislamiento físico y social.

2.- Diversidad social y cultural

Los movimientos migratorios no representan una novedad en nuestro país, que lleva décadas acostumbrado a la inmigración. Y lo cierto es que, aun con ello, lo que es una circunstancia potencialmente enriquecedora también puede generar problemas de segregación si no es gestionada correctamente, como ocurre en algunas de las megaurbes europeas, como Bruselas o París.

Por ello, ahora nuestras ciudades se enfrentan al desafío de gestionar esa diversidad, minimizando los riesgos de exclusión social y laboral de los recién llegados y, al mismo tiempo, disfrutando de las aportaciones de su diversidad cultural y social, sobre todo de los inmigrantes de segunda generación que, al haber nacido en España, tienen un espectro cultural mucho más amplio.

3.- Vivienda asequible

Según el informe ‘State of European Cities Report 2016‘, elaborado por la Comisión Europea, dos de cada tres europeos consideran difícil acceder a una vivienda y el 13% enfrenta costes superiores al 40% de sus ingresos. En España no somos ni mucho menos ajenos a esta problemática. Según el Consejo de la Juventud, solo el 20% de los menores de 30 años tiene recursos para emanciparse.

Es por eso que las ciudades españolas deben apostar por un modelo de vivienda asequible para sus ciudadanos y luchar contra la gentrificación o elitización de sus barrios, evitando la salida progresiva de la población tradicionalmente asentada en los barrios céntricos y su paulatina sustitución por grupos de ciudadanos con mayores niveles de renta y una idiosincrasia alejada de las tradiciones del barrio.

 

4.- Menor exclusión social

Una de las peores consecuencias de la gentrificación es la concentración de los colectivos en riesgo de exclusión (migrantes, minorías étnicas, personas con bajos recursos económicos…) en áreas concretas de la ciudad separadas por barreras físicas, lo que agrava la situación de estos colectivos y complica aún más su integración, quedando prácticamente condenados a la progresiva marginalidad.

A consecuencia de esto, el informe de Minsait apuesta por las ciudades que luchan por conseguir un equilibrio social y evitar el aislamiento y la degradación del espacio urbano y de la convivencia entre los vecinos de cada zona.

Tecnología para mejorar los servicios

Para José Luis Albo, director de Administraciones Públicas de Minsait, «que el aumento de la esperanza de vida sea una realidad a nivel mundial es una buena noticia, pero también obliga a las ciudades a transformarse, ya que cada vez tienen que dar servicios a un colectivo más envejecido y que demanda soluciones especiales».

Además, «la seguridad es otro de los ámbitos críticos a la hora de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Aunque desde un punto de vista objetivo está claro que la seguridad ha aumentado en los últimos tiempos, la percepción de inseguridad también ha aumentado«, asegura Albo.

La tecnología puede ayudar a que las políticas sociales sean más efectivas para los colectivos sociales que las demandan

Para solucionar este tipo de factores, «es necesario aplicar políticas sociales que van mucho más allá del mero uso de la tecnología, pero la aplicación inteligente de la tecnología puede ayudar a que esas políticas sociales sean más efectivas y más efectivamente dirigibles hacia los colectivos sociales que las demandan».

En este sentido, «la solución Onesait Government Cities de Minsait, que integra herramientas de ‘big data’, analítica, inteligencia artificial o ‘machine learning’, permite a los responsables de las ciudades identificar con claridad los problemas y proponer las mejores soluciones en el menor tiempo posible analizando grandes cantidades de datos provenientes de diferentes fuentes internas o externas y presentándolos de forma clara».

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